Una oportunidad inesperada

Estuvimos esperando la oportunidad de volver a servir en el campo misionero en San Lorenzo y Oromomo y Dios respondió. El Señor dió la oportunidad de trabajar con los niños y jóvenes a través del apoyo escolar en estas dos comunidades.

Al principio hubieron obstáculos y restricciones para usar los ambientes de la escuela pero Dios permitió seguir adelante y pasamos clases al aire libre y en la iglesia. Cumplimos con todos las medidas de bioseguridad, para los profesores y alumnos.

Compartir 4 horas diarias con los chicos fué de mucha bendición, ya que los conocimos mejor y así pudimos enseñarles con paciencia y dedicación. Dios también trabajó en los voluntarios a través del estudio de su palabra, y fue moldeando los corazones de cada uno de nosotros.

En el aniversario de la iglesia se bautizaron tres personas, dos fueron nuestros estudiantes. Damos gloria y alabanza a Dios por todos los alumnos, esperamos que el amor y la salvación lleguen a sus familias.